3.3. ¿Qué pasa después del despertar espiritual?

3.3. ¿Qué pasa después del despertar espiritual?

Esto que te digo no es algo filosófico o teórico leído en un libro; esta es una experiencia directa. 

Porque todavía tienes un cuerpo físico, estás sujeto a los tres factores de tiempo-espacio-persona, así como estás sujeto a las Leyes Universales y a las fuerzas de Oscuridad y Luz. En realidad, estás solo empezando a despertar, y así tus penas no han todavía terminado, sino que, de alguna manera, se han solo transformado volviéndote consciente de ellas.

¿Por qué uso mucho la palabra ‘empezar’? Porque estás solo al inicio de tu despertar. La persona que despierta es la persona Iluminada, que ha llegado a la Perfección. 

Tu vieja vida, como por un magnífico hechizo, pierde su brillo, y ya te parece absurda, estática, automática e inútil.

Tus miedos, problemas, neurosis, estrés, ansiedad y depresión, como hijos de la mente, mermaron mucho o, si realmente entendiste, desaparecieron. Cierto, podrás continuar teniendo problemas externos —el mundo— pero nunca más los verás como puedes verlos ahora. 

Sin embargo, después de error tras error y sufrimiento tras sufrimiento, en una sucesión que parecía no tener final, notas que gradualmente tus errores se reducen, el sufrimiento merma, y tu vida se vuelve más ‘suave’.

Verás tus sufrimientos como parte de una película que se desenvuelve frente a tus ojos, esta vez tú siendo el observador. Porque la mente se vuelve lo que piensas, cuando piensas en algo pequeño, se vuelve pequeña, cuando piensas en algo grande se vuelve grande y, ¿qué pasa cuando piensas en algo Infinito? La mente regresa a La Fuente… y te pierdes en Ella. Tu pequeño ‘yo’ se expandió hacia el Infinito volviéndose Él.

Más expandes el radio de tu mente y más entenderás. Más te acercas al sol, y más sentirás su calor. De la misma manera, más te aproximas al Núcleo Supremo, y más sentirás Su Amor. Y más lo amas y más querrás volverte uno con Él, ser Él. 

Te sientes en paz, ya el mundo no te toca como antes, sientes compasión para la gente que sufre o que no entiende, y quieres hacer algo para ellos. Los mira con simpatía, sin juzgarlos, porque tú has sido peor que ellos. Pero ahora, sabes ver de una manera diferente lo que ellos todavía desconocen. Ya no sientes miedo, rabia, inseguridad, dolor. Miras todo como desde afuera —como un espectador que mira una película— y te preguntas por qué los otros no te pueden entender cuando explicas que la vida es simple. Pero, tú tampoco entendiste por mucho tiempo. ¿Despertaste? No, solo ‘empezaste a despertar’. Así que te puedes imaginar lo que significaría despertar completamente. 

Ya quieres aprender a desaprender, ya no estás interesado en intelecto, discusiones filosóficas que no te llevan a nada, en debates entre mentes brillantes sobre Dios, ya quieres el dulce amor de Dios, no hablar de Él. De alguna manera estás agradecido por existir, y por poder ‘ver’ la Realidad. Sientes amor y aprecias aún más la naturaleza y toda Su creación. Sientes un cariño especial hacia los animales y la plantas, su simplicidad, pureza, libres de ego, resentimiento, odio. Solo instintos. 

Cuando empiezas a centrarte en el Ser, sientes una energía diferente, una tranquilidad y plenitud que nunca habías experimentado antes. Aunque estás solo al inicio, ya sientes que muchas cosas que te molestaban antes, ya no tienen el mismo poder sobre ti; sientes que estás en un dichoso Flujo interno, donde todo se mueve como debe moverse. Cuando solo empiezas a tener esas experiencias, sientes que puedes caminar por el mundo sin ‘ensuciarte’ en él. Con el tiempo, y después de grandes luchas, te vuelves un ser libre que ha llegado a la Felicidad Suprema.

Si por destino [samskaras, (reacciones de acciones en forma potencial)] llegas al verdadero conocimiento, lo entiendes y actúas en él, cambiando tu manera de pensar y de lidiar con los acontecimientos de tu vida, será capaz (y libre) de escoger entre lo malo, lo ordinario y lo mejor, así como serás capaz de usar tu consciencia para lograr la cumbre de la existencia humana: la Felicidad Suprema.

Continúas purificándote siempre más y tu mente se vuelve más clara. Ya puedes ver y entender a tus enemigos y, porque las prácticas espirituales te han vuelto más valiente, decides emprender una lucha para liberarte de las ataduras internas y externas que te bloquean.

Después de Samvit recibes Su Gracia y tienes la posibilidad de reiniciar una nueva vida y aprender y practicar la ciencia intuicional.

Viviendo en el ahora, sientes sintiendo, vives viviendo, comes comiendo, actúas actuando y hablas hablando. Ya eres un ser humano y sabes que vives. 

Y eso es exhilarante y te da una energía positiva enorme e inigualable. Sin embargo, ese regreso al Hogar primordial, a la Realidad, no es nada fácil. Mejor dicho, es duro. 

¿Cuál es el mejor (o único) método para lograrlo? Meditar.

¿Qué es meditar? Es parar de observar hacia afuera y ‘voltear la lámpara’ hacia adentro. Es dejar el mundo externo afuera, es entrar en tu mundo interior y enfocarte en tu Consciencia. Contemplas tu Consciencia y Su Fuente… y sientes un anhelo poderoso de volverte esa Fuente Infinita… el rayo que regresa al sol, la ola que regresa al mar…

Cuando empiezas a meditar…

Cuando empiezas a meditar regularmente entiendes lo que es la Realidad: el mundo es Su Juego Divino y que no está lleno de sufrimiento, sino que nació de la Felicidad Suprema, una Bienaventuranza imposible de abarcar, donde tú estás destinado(a) a ir después de eliminar tus Samskaras. 

¿Dónde encuentras y aprendes ese conocimiento milenario y trascendental? 

PanaceAM ha nacido para dártelo. Probablemente ahora no has entendido todo, pero estoy seguro que no has encontrado nada ilógico o irracional. 

Te invito a conocernos más, a retar tu mente manteniéndola abierta a algo nuevo y poderoso. ¡Rétanos! Prueba tú mismo y contigo mismo, y verás la enorme transformación a nivel físico, mental y espiritual. A través de El Camino Virtuoso te llevaremos de la mano en un mundo maravilloso que estás desesperadamente buscando y que no encuentras en libros o entre la pseudo-espiritualidad de Internet. 

Si estás listo o lista, este es tu destino y no podrás evitarlo. Si no lo es, cualquier esfuerzo que hagas para quedarte, será inútil. En ambos casos, date la oportunidad. 

 

Nota: Este es el último artículo de una serie sobre el vacío y la insatisfacción que muchos tienen, cómo entenderlo… y vencerlo. Si te es posible, sería mejor leerlos en secuencia, aunque puedan también entenderse individualmente. El artículo principal: ¿Por qué sientes un vacío que no sabes cómo llenar?

 

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